La ley y la realidad en Tucumán
Por Eva Sofía para el Megafono.
En la provincia del genocida
Antonio Domingo Bussi responsable del aparato de tortura,aniquilación y
desaparición de personas durante los años oscuros en la Argentina morir por una bala de policía es la regla
para los pobres,los negros, los sin techo, los ladrones, los drogadictos, los
nadies.
Luis Armado Espinoza un joven de 31 años
trabajador rural en el sur de la provincia lo sabe mejor que todos nosotros, el
pasado 16 de Mayo de 2020 junto a un hermano habían ido a visitar a una prima y
en medio del camino se encontraron con una represión policial con balas de goma
y plomo.Desde ese momento Luis no aparece. En uno de los carteles de una
vecino se lee “Su familia lo quiere devuelta” pero todos sabemos que el joven
trabajador rural no volverá así como no lo hizo Facundo Ferreira el niño de 12
años que murió de un balazo en la espalda producto de un disparo de la policía
acostumbrada a quitar vidas en nombre de la pulsión de la muerte y cuando no lo
hace las usufructúa en torno a sus placeres egoístas.
Preguntarnos qué es lo que le pasa a nuestra
provincia es comenzar una reflexión filosófica inútil al dolor de los que
quedan vivos, pero denunciar el sistema de castas y privilegios del que Tucumán
es heredero desde las lejanas “Misiones jesuíticas” que en realidad escondían negocios
turbios en torno al recurso azucarero de nuestro suelo es un deber que tenemos.
En su último discurso de apertura de sesiones
ordinarias el gobernador Juan Manzur leyó:
“Uno de
los temas de particular preocupación para las familias tucumanas, y por ello
para nuestra gestión, es la seguridad. Durante el 2019, se trabajó intensamente
en la imperiosa tarea de revertir los índices delictivos, especialmente la
elevada tasa de violencia, homicidios y el delito urbano. La prevención fue
fortalecida con una intensa actividad operativa que comprometió una importante
cantidad de recursos humanos y logísticos movilizados hacia las zonas más
críticas de la provincia. Se impulsó un Plan de Equipamiento Global para la
Policía de Tucumán, en el marco de la declaración de la Emergencia en Seguridad
que rige en la provincia y que permitió una importante inversión consistente en
la compra de equipamiento de última generación.”
La inversión a la que hace referencia es la
que se hizo con la compra de chalecos y armas al Estado de Israel durante la
gestión nacional de Patricia Bulrrich.
Y destinar personal logístico de seguridad a
las zonas más críticas de Tucumán es en realidad enviar más policías a la
Costanera o demás barrios periféricos o del interior,donde los destinos para un niño o un joven se resumen
en la muerte por paco.
Somos la provincia de dictadores, cantantes, empresarios
presidentes de clubes de fútbol todos ellos devenidos en políticos, simples chacales
defensores de las élites parasitarias de nuestra realidad, entregadores de
nuestros recursos naturales y disciplinadores de nuestros espíritus subversivos.
Decir que lo de Facundo o Luis responde solo a
fatalidad del destino es negar lo que se ha construido e torno a nuestras
estructuras psíquicas, económicas, sociales culturales y políticas,
Facundo y Luis son el síntoma de que Tucumán
necesita pensarse y levantar la voz robada por años de dictaduras y democracias
débiles.
Lo que demanda el futuro es menos indiferencia
y más participación.
Mientras escribía la nota escuche Tres puntos
suspensivos del rapero Wos, en una letra dice:
“No soy Dios y no puedo serlo
Aunque
use su traje para parecer
Por eso
estoy mirando el cielo
¿Será
que siempre pierdo el vuelo?”
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