Un pequeño relato para el mundo al revés.
Por Eva Sofía para el Megáfono
En Tucumán se acaban de dictar dos leyes, una
de ellas estigmatiza fuertemente a los distinguibles ciudadanos de bien,
hombres y mujeres con trajes de ganadores, y es violatoria de su derecho a
poseer bienes y vidas ajenas y la otra busca más justicia defendiendo la
propiedad privada de los que quedan fuera de la primera en una provincia como
Tucumán.
La primera ley menciona:
Restricción de acercamiento.
A los
políticos que lleven traje y corbata (o sin ella) se prohíbe acercarse a los que menos tienen
con bolsones de alimentos que contengan polenta y aceite del más barato, con colchones
de una plaza más delgaditos que un rodaja de pan molde y bolsitas de
medicamentos hurtados de algún programa nacional de salud que por casualidad
cayo en sus manos con la finalidad de tomarse una foto Y difundirlas en todas
las redes sociales.
Desvalijamiento del Estado y captura de
rehenes políticos.
En época de campaña política, esas que se dan
cada cuatro o dos años, se les prohíbe desvalijar al estado para financiar sus
campañas o hacer la caridad publica a la que acostumbran. Se les prohíbe tomar
rehenes políticos con dicha caridad.
Trafico de cuerpos e influencias durante las
comida en los clubes de fin de semana o en los gimnasios al practicar spinning,
o en los asados.
Se prohíbe terminantemente utilizar el título
de funcionarios público para conseguir puestos dentro del Estado para primos,
tíos, sobrinos, hermanos, yernos, nueras, amantes no amantes, etc.
La segunda ley fue bautizada “anti motochorros”,por
nuestros queridos amigos creadores de la verdad que nos engorda, está destinada
a castigar a cualquier delincuente montado en una moto con un acompañante que
lleven casco o pasamontañas y que se hallen en actitud sospechosa con enormes deseos
de tener lo que su víctima tiene, aquello que el mercado demanda tener para ser
y que la sociedad les niega a los victimarios, verdugos indiferentes en el arte
de robar y matar como lo hacen los políticos y los diversos grupos económicos y
transnacionales dedicadas en tiempo completo a envenenarnos y solo robarnos
mediante elegantes formas que van desde tarjetas de créditos, prestamos con elevados
intereses, contaminando nuestro suelo, agua, tierra, comida y mintiéndonos a través de sus discursos y máscaras
bien elegidas.
Lo que más llama la atención de las leyes es
que la primera no tiene penas, sanciones ni medidas de disciplinamiento en
cambio la segunda si la tiene y es la de la condena de nuestra sociedad
encargada de perseguir más el robo chico que el robo grande.
Mientras escribía esto escuche Algo del Vacío
del compositor y rapero Wos.
“Ahí va tu personaje, el que causa furor
Cómo te aprieta el traje de gran hombre
ganador
Un maquillaje efectivo que ahora te vuelve
mejor
Insoportable el blindaje que está ocultando el
dolor.”
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