EL DISCURSO DEL PODER
La policía como herramienta de control
Por Eva Sofía -Junio17,2020-
Un discurso puede ser analizado desde dos
niveles, el primero es táctico y responde a la pregunta ¿Qué efectos produce? Y
el segundo nivel es estratégico ¿Cuál es la coyuntura en la que se inserta y su
grado de utilidad sobre la misma? (Foucault en historia de la sexualidad, la
voluntad de saber).
Dos acontecimientos marcaron el mayo tucumano de
2020 y pueden ser usados para entender el discurso que impera actualmente en la
provincia, el cual es de la seguridad interna y el enemigo público o chivo
expiatorio, los efectos que produce y la coyuntura en cual se inserta.
El primero de ellos es la desaparición de Luis
Armando Espinoza, ocurrida el pasado 15 de mayo la localidad de El Melcho, en
el sur tucumano. Luis salió de su casa de la localidad de Rodeo Grande
(departamento Simoca), para ir a Melcho, 70 kilómetros al sur de la capital
tucumana, a realizar un trámite junto a su hermano. Cuando volvían, se cruzaron
con gente que escapaba de un procedimiento policial en una carrera de caballos
no autorizada. Los policías los bajaron de sus caballos y comenzaron a golpear
a Juan. Luis intervino para impedir que siguieran golpeando a su hermano quien,
por los golpes recibidos, se desmayó poco después de haber escuchado un disparo
y un grito. Cuando se despertó, ya no vio a su hermano y él estaba esposado.
Así lo tuvieron la siguiente hora y media. El cuerpo de Luis apareció en la
provincia de Catamarca y el peritaje determinó que fue asesinado de un disparo
por el oficial José Morales.
Y el segundo es la sanción de la ley de motoarrebato dictada
en el marco de la emergencia de seguridad pública que Tucumán atraviesa desde
el 2017, entre sus principales puntos esta la creación del chivo expiatorio, esta
vez en la figura de dos adultos que circulen en moto por el territorio provincial,
la mayor concentración de poder en manos de la policía, el negocio de los GPS
para las motos como sistema de monitoreo y dinero que se obtendrá ira a las
arcas policiales.
Volviendo al discurso de seguridad interna y
creación del enemigo público ¿Podemos preguntarnos qué efectos produce y cuál
es su contexto?
1.
Las fuerzas de seguridad tienen un
mayor control sobre la población tucumana, una población pobre y sin trabajo,
los últimos índices de Indec arrojaron los siguientes datos,tasa de
desocupación en el cuarto trimestre de 2019 9,70 por ciento, personas bajo la
línea de pobreza segundo semestre de 2019 37,30 por ciento.
Lo de Espinoza se produjo durante un
procedimiento policial abusivo con balas de plomo sobre los vecinos del Melcho.
2. Para tener mayor control sobre la población
necesita inversión y herramientas jurídicas, la ley de emergencia pública de
seguridad, el plan de equipamiento global para la policial y la ley de motoarrebato
lo permiten.
3. Las fuerza policiales necesitan una
realidad en la que justificar su accionar, dicha realidad es la de la
inseguridad, denunciada por Manzur como una de las principales demandas de los tucumanos
(apertura de sesiones ordinarias de este año), fogoneada por los medios de
comunicación con sus videos de robos violentos a estaciones de servicios o
señoras que son arrastradas por delincuentes en motos.
Con esto no estoy diciendo que no exista la delincuencia
en todas sus formas, desde el robo simple hasta el crimen organizado y la misma
corrupción entre nuestros funcionarios públicos, caso contrario no existiría una
alta percepción de desconfianza hacia las instituciones públicas. En 2017 el
latinobarometro registro que un 75 por ciento tenía poca o ninguna confianza en
los gobiernos, solamente un 34 por ciento confiaba plenamente en el sistema
judicial nacional, un 29 por ciento confiaba en el gobierno nacional y apenas
el 15 por ciento creía que la corrupción no estaba extendida al gobierno.(Informe
perspectivas económicas de américa latina 2018 OCDE Y NU).
Lo que propongo es pensar un poco en los discursos
que no llegan a través de los medios de comunicación, los políticos, jueces,
agentes policiales, etc.
El que Manzur se pronuncie 10 días después del
asesinato de Espinoza y no reconozca que
el Estado provincial tiene una responsabilidad porque violo el derecho a la vida,
el derecho a la integridad personal, el derecho a la libertad personal,el de derecho
a la protección judicial, no es inocente, con ello defiende intereses que
atraviesan las estructuras de pobreza y falta de trabajo que tiene Tucumán.
El profe Alzueta para el cohete a la luna
escribió :
“El carácter estructural de la violencia policial es un
dato que no se les puede escapar a muchos gobernadores. La tentación de usar a
la policía para controlar el territorio es algo que quedó en evidencia durante
la cuarentena, donde muchos funcionarios apelaron a su despliegue masivo para
hacer cumplir una medida sanitaria. Esos funcionarios juegan en el límite
haciendo equilibrios muy difíciles, creyendo que pueden controlar sus efectos
con el lápiz de la política.”
Durante la redacción de la nota me acompaño el
músico Valentín Oliva a través de su canción Purpura.
“Me gusta contar lo que siento realmente
así en 10 años sabré lo que pensaba a los 20
entiendo que no sepan qué expresar
si están viviendo mierda ¿qué mierda van a contar?”
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